Coofundadores

Josue Zetina Castillo

Es de nacionalidad mexicana y originario del Municipio de Ocuilan, Estado de México, estudio una carrera técnica en agropecuaria que le hizo interesarse por las alternativas de vida autosustentables y saludables, lo que le motivo a formarse en cursos y talleres de ecología y agricultura orgánica.

A la edad de 15 años conoció y adopto la filosofía de vida tradicional náhuatl, donde se formó en distintas disciplinas ancestrales de desarrollo personal e integración a la naturaleza, su trayectoria más importante ha sido en el conocimiento del temazcal tradicional, el cual aprendió de distintos abuelos temazcaleros hasta que se le permitió continuar con ese legado, hoy en día se dedica a la formación de nuevos temazcaleros y a enseñar las disciplinas de la filosofía de vida ancestral como un servicio social, promueve el rescate de nuestras tradiciones mexicanas a través de talleres, cursos y eventos culturales.

Su amor a sus raíces mexicanas lo ha hecho entregarse al conocimiento ancestral de nuestros pueblos originarios para seguir aprendiendo y enseñando la filosofía de vida de nuestro México antiguo, no como una tradición, sino como una forma de vida más armoniosa y amigable con la naturaleza.

Mara M. Pacheco M.

Es de nacionalidad mexicana y nacida en el Municipio de Malinalco, Estado de México, a la edad de 17 años se integró a los grupos de ayuda social y misionó por cuatro años al servicio de una organización privada religiosa, participo en talleres de desarrollo infantil y campamentos de ayuda para menores, posteriormente conoció a su esposo quien aprendía la sabiduría ancestral y promovía el rescate de las tradiciones mexicanas, por lo que se interesó en el tema y empezó su formación en diversas disciplinas de desarrollo personal ancestrales, posteriormente se dedicó a la investigación y aprendizaje del conocimiento antiguo mexicano, su trayectoria más importante ha sido en el estudio del comportamiento del ser humano y su desarrollo con la ayuda de la disciplina del Tonalpohualli, la cual nos ayuda a entender la naturaleza de los seres a través de la visión ancestral mexicana.

Actualmente se dedica a la enseñanza de la sabiduría ancestral a través de cursos y talleres vivenciales, imparte las disciplinas que permiten el desarrollo personal y sigue trabajando en proyectos personales de investigación cultural y tradicional para enriquecer el trabajo que se brinda a través de la escuela de formación tradicional
que fundo junto con su esposo hace ya algunos años.

Alex Centli

Es de nacionalidad mexicana; una persona apasionada por la vida y por vivir, quien desde sus primeros años entendió la importancia que tenía desarrollar un espíritu libre, con voluntad férrea y basado en los valores universales. Tuve la oportunidad de ser criado por una madre soltera que me dio la oportunidad de crecer creyendo en los principios de libertad, autoconocimiento, y capacidad creadora.

De profesión estudió Ingeniería Industrial en el Tecnológico de Monterrey. No como una decisión apasionada, sino como un marco de posibilidades en el ejercicio de la vida laboral. Hoy y siempre, en un plano intelectual y espiritual, inspirado por la filosofía, la estructura del pensamiento, y recientemente por el ser visto desde un todo: espíritu, alma, pensamiento y cuerpo.

Desde pequeño comprendió que el trabajo más que una fuente de ingreso, es el principio del cambio en una sociedad; un referente de los alcances e impacto que podemos dejar como seres productivos.

Soy el orgulloso padre de tres hermosos hijos: Alejandro, Andrés, y mi pequeña, Elena. Ellos son el producto de un amor fuerte y maduro que hemos alimentado por más de 10 años mi esposa Tere y yo. Hoy vive en balance, con mi cuerpo, mi espíritu, mi familia, mi trabajo, y mi propósito.

A consecuencia de esta plenitud, busca expandir su ser para tareas más loables y benéficas, pues su misión de vida, es apoyar a personas a transformar sus vidas de forma positiva. Esta convencido que una persona, una sociedad, una nación, con raíces firmes, logra un espíritu fuerte, un espíritu inquebrantable, capaz de discernir entre la parafernalia vacía de estos tiempos y lo esencial en la formación de rostros felices. De ahí nace un gran sueño, un albergue y centro de desarrollo integral para menores fundamentado en la cosmovisión prehispánica.

“Sé que hay muchas personas ahí afuera que con un poco de posibilidades son capaces de florecer y llevar su realidad a niveles nunca imaginados, ante lo cuál digo: ¡Que así sea!”