ME LO CONTARON LOS CUATRO ELEMENTOS

Hablaron conmigo los cuatro elementos,
esa noche me contaron secretos,
me dijeron que cada uno de ellos habita en mi cuerpo,
tierra, agua, aire y fuego,
los cuatro unidos en un mismo espacio-tiempo.


El fuego ardía en mi pecho,
él me hablaba por dentro, me recordaba mi poder interno:
Quema el miedo, deja que tu fuego lo convierta en un corazón contento.”


El viento acariciaba mi cara,
y me susurraba que la vida sin él se acaba:
“Manifiéstate a través de tu palabra, permite que tu vida en cada respirar renazca.”


El agua fluía por todo mi cuerpo,
ella me danzaba sus secretos, me recordaba que todo cambio se genera a través del movimiento:
“Fluye y así sabrás que confiando la magia ocurre en cualquier momento.”


La tierra cubría mis pies,
y me contaba el remedio para que mi alma se alegrara:
“Disfruta de la riqueza que existe en la naturaleza; algún día morirás y tu cuerpo a mí regresará.”


Hablaron conmigo los guardianes mexicas de los cuatro elementos,
esa noche me contaron que la vida existe gracias a ellos,
me dijeron que no existen el uno sin el otro,
Huehuetéotl, Ehécatl, Tláloc y Tlaltecuhtli
los cuatro unidos en todo momento.


Huehuetéotl: el sabio que guarda el fuego,
sus palabras quemaban por dentro,
él me habló de la renovación y el renacimiento,
me contó que al ver el sol, podría entenderlo.


Ehécatl: el guardián del viento,
se manifestaba con aires suaves y también violentos,
él me habló del aliento, las risas y los buenos momentos,
me dijo que al levantar la vista, el cielo me contaría sus secretos.


Tláloc: el que guarda la lluvia,

su presencia purificaba mi esencia,
con su danza, mi mente se aclaraba,
¿Qué quieres que exista en tu alma? Si el agua no fluye se estanca y la lluvia siempre pasa, siempre danza.


Tlaltecuhtli: la poderosa guardiana de la tierra,
su abrazo calmaba mi ira,
ella me habló de la vida y de lo que existe después de vivirla,
me dijo que, como en el vientre de una madre, en lo más profundo y en los lugares más oscuros la vida surge.


Hablaron conmigo los cuatro elementos,
esa noche me contaron sus secretos,
me dijeron que fui yo la que habló con ellos.

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